26 de diciembre.

Ahora es cuando me toca ponerme sentimental y deciros que esta entrada es para la persona que más me ha ayudado en el mundo entero. La persona que más ha estado a mi lado, aunque nos conozcamos desde hace poco. La que más me ha hecho sonreír cuando tenía un mal día, la que ha conseguido hacerme llorar (en el buen sentido) con sus palabras, y con la que más momentos (aunque sean a distancia) he compartido.

Nos conocimos hace apenas un año, creo recordar que fue casi en mi cumpleaños. Leid me dijo que me iba a hacer un dibujo, y lo hizo, y quedamos en que nos veríamos en el estreno de Divergente. Ese fin de semana, cantamos Wrecking Ball (a nuestra forma, pero la cantamos), y creo que así comenzó todo. Nos vimos en el estreno de Divergente, y llevábamos nuestras coronas de margaritas, y éramos las más divas de todo el cine. Me diste el mejor abrazo que me han dado nunca, y recuerdo perfectamente que no me creía que estuvieses allí de verdad. Era perfecto.

En este tiempo te he visto estar mal, Leid, y te he visto estar bien; te he visto sonreír y te he visto llorar, y quiero que recuerdes que, pase lo que pase, voy a seguir a tu lado. Siempre. Te he visto comenzar a escribir, desde tu primera novela, y te he observado mejorar cada día, hasta convertirte en la mejor escritora que tengo el honor de conocer. Estoy muy orgullosa de eso, Leid. De eso, y también de que, cuando te conocí, eras oscuridad. Eras oscuridad y es así como lo recuerdo, pero has conseguido salir de eso, y brillar con luz propia. Brillas más que nadie, Leid, y no hay nada que me haga más feliz que eso.

Por eso, espero que este año que tienes por delante esté lleno de luz. Que sigas sonriendo, más que nunca, y que sigas escribiendo. Que sigas siendo mala persiana con los personajes de tus historias, porque todos sabemos que eso está incluido en tu complejo de John Green y que no podemos cambiarlo. Que sigas cautivando al mundo cada día con tus palabras. Y, espero, también, seguir a tu lado por muchos, muchos, muchos años. Podemos llegar a Londres, Leid. Ambas lo sabemos.

Feliz cumpleaños, Leid Finnigan. Te quiero, hasta la luna y de vuelta (mil veces).